03 diciembre 2012

Repeat

Aún no he comido, ni tengo ganas de hacerlo. Las ganas de comer se esfumaron cuando tu te largaste, pero cuando vuelves no aparecen de nuevo.
Y yo que pensaba que estaba encontrándome... anoche me quede leyendo ese libro ("la princesa que creía en cuentos de hadas") y lo peor de todo es que a medida que leía me encontraba reflejada, en ambas caras, que si el príncipe y la princesa, pensando que era yo el problema. 
A medida que las páginas leía, he descubierto algo curioso en el príncipe de aquel libro que no he podido encontrar claramente en mí.
Y por si fuera poco, todo me dio la razón cuando más tarde he cruzado palabras contigo. 
(el, "-Tú tienes la culpa, eres el problema.") 

De que vas corazón, haciéndome sentir como el fracaso claramente personificado, para terminar desesperándome preguntándome si tendrá razón, ("al igual que la princesa") y empezar a echar lágrimas porque no me queda otra cosa para sacar que no sea de mis ojos.
Y haciéndome la fuerte y diciendo que todo esta bien, me limito a tumbarme y pensar que saco las cosas muy rápido de contexto, y que si, que es culpa mía.
Como siempre, he vuelto a tropezar de nuevo, y me di un poco más fuerte esta vez.

Sin dejar de hacerlo, cuando llegas y te vas, me dejas esta habitación llamada mente patas arriba, y pidiendo de alguna manera a gritos que me ayuden a ordenar todo ese caos, y la manera de ordenarlo termina por ser, no se ni cuantos cigarros liados, en cualquier escalón, olvidándome que la vida esta pasando y que yo estoy pasando con ella. Olvidándome que estoy consumiéndome  al igual que la calada que termino por soltar.  

("Y vuelvo al cuento de la princesa") preocupada, porque a la mitad del camino estaba encontrando la salida, pero creyendo que no era tan fuerte, me sentí débil y eso me hizo tropezar de nuevo.
Y retrocedo en el tiempo como seis meses atrás.
Ahora nos acercamos como extraños, ignorando lo que nos rodea, el daño que me haces y que te hago. 
Hemos dejado de compartir sueños, pero cuando estamos juntos terminamos compartiendo todo lo que no sabemos hacer, terminamos por envolvernos en una estúpida burbuja, donde solo puedo verte mirándome como si nada.
Y la película es tan mala, que se ha convertido en tristeza, reproches, miedo y sexo, como si nunca pudiésemos salir de eso. Y me dispongo a largarme, pero cuando lo intento me llamas y me giro, y si tú quieres irte termino por mirarte para que no lo hagas.
Es entonces cuando empezamos a querernos y construir esa burbuja que nos deja estúpidos a ambos, cuando creamos una realidad diferente a la que hay, y empiezo a creer que "puede ser" como siempre hago.

Después tras todo esto, sin hambre ni ganas de hablar, empiezo el día, y así todos los días empiezo sin ganas a vivir un día, y es tan triste saber que estas perdiendo el tiempo, que me parece peor el no querer evitarlo.



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