Y la pena de salir a flote en todo esto, es que terminamos por rendirnos, por volver a caer.
Será la costumbre, o el no pensar lo que hace que caigas. Sera el no saber decir que no, y la ansiedad que aparece cuando no tienes para fumar.
Hemos creado una pompa imaginaria, para reírnos y divertirnos. Hemos olvidado lo que seguía habiendo fuera de ella. Camuflando los problemas con disfraces que tienen boquetes o les quedan grandes. Hemos intentado ser felices, olvidando que la felicidad no es más que una palabra vacía que cada uno rellena con lo que le interesa.
Odiamos la soledad, esa que hace que dramatices. Nos sentimos pequeños, somos inseguros.
Y volvemos a esa pompa imaginaria, de risas y risas, que en realidad no existe, que hemos fabricado más allá del humo y el papel. Para evadirnos, para no pensar.
Para seguir siendo como niños tristes con sonrisas forzadas, e imaginar que vamos bien.. que todo nos va bien.
Odiamos la soledad, esa que hace que dramatices. Nos sentimos pequeños, somos inseguros.
Y volvemos a esa pompa imaginaria, de risas y risas, que en realidad no existe, que hemos fabricado más allá del humo y el papel. Para evadirnos, para no pensar.
Para seguir siendo como niños tristes con sonrisas forzadas, e imaginar que vamos bien.. que todo nos va bien.