19

A veces te echo de menos, aunque no suelo pensarte ni pensarnos, me limito a vivir sin mirar al pasado y así no caigo en el abandono y las preguntas sin respuesta.

18

Vives, o sobrevives.

17

Era como el pájaro que habitaba en tu ventana, pero no se iba aunque tenía la jaula abierta.
Soñaba con volar pero pensaba que quedarse le ayudaría aprender amarse.
A veces era cierto, a veces era tarde.
Alguna que otra noche buscó entre sus sueños alguno que le llenara.
A ratos lo sabia, a ratos se apagaban.
Volvía tristemente amarrarse a la ventana.
La seguridad de tener un hogar le acompañaba, más que la libertad de aprender a volar sin ningún destino.
Sabía que pasaría, sabía que se apagaba.
Así era el pájaro que vivía pegado a tu ventana.

16

Recuerdo aquel sonido, de ese tren gritando.
Como si se hubiesen roto sus vagones, como sufriendo por no partir.
Lo recuerdo porque me impactó.
Me asustó pensar que ese ruido no era de alguien que tenía alma,
si no de algo que no puede sentir.

15

Te digo que Romeo y Julieta no eran de este planeta.

14

Supongo que eras la misma mierda con distinto nombre.
Ahora lo entiendo, ahora lo sé.

Mensaje subliminal

Que te den