28 mayo 2018

17

Era como el pájaro que habitaba en tu ventana, pero no se iba aunque tenía la jaula abierta.
Soñaba con volar pero pensaba que quedarse le ayudaría aprender amarse.
A veces era cierto, a veces era tarde.
Alguna que otra noche buscó entre sus sueños alguno que le llenara.
A ratos lo sabia, a ratos se apagaban.
Volvía tristemente amarrarse a la ventana.
La seguridad de tener un hogar le acompañaba, más que la libertad de aprender a volar sin ningún destino.
Sabía que pasaría, sabía que se apagaba.
Así era el pájaro que vivía pegado a tu ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario