06 mayo 2018

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Profundizo, pienso en mis venas ya cansadas de recorrer sangre aparentemente muerta, que rodea con engaño este cuerpo donde a veces esta inerte. Puede que no siempre maldiga los días que no encuentro en estas horas los motivos suficientes para salir de la agonía, la nostalgia o la penumbra de escuchar la puerta como suena desde afuera. Me levanto y no sonrío, pues verá, no tuve tiempo de peinarme en el espejo y aunque a veces solo veo un alegre reflejo, a menudo, a mi espalda algo me señala, me apunta por la espalda como si no importase nada. Me recrimina mis errores y se mete en mi cabeza, ya no entiendo si sonrío por gusto o desespero, solo se que a ratos quiero poder tocar el tiempo.

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