09 enero 2015

sex

A veces el deseo de poseer un cuerpo se vuelve tentador. El sentir como te besan unos labios y acarician con pasión un cuerpo desnudo. El sudor en una cama compartida para dos. La locura de una noche, la compañía de una mano que busque la tuya en la oscuridad. Despertar en medio de la nada con besos en el cuello y susurros en la espalda... Tener un cuerpo durante unas horas puede complacerte, pero nunca llenar lo que todos anhelan y sueñan en algún lugar. La aventura de una noche, los besos de mañana.. todo se queda pequeño cuando no puedes tocar el alma.

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