Bye-bye

Despedir el año siempre suele estar bien, pero esta vez acabo de manera diferente. Y es que no comencé del todo con buen pie, sin embargo le saqué color cuando pensé que todo estaba perdido. Los años están para aprender de los errores, para echar de menos cosas que ya pasaron y recordar algunos días cosas del pasado. Los años no están para lamentarse, ni para llorar por lo que ya no pasará. En todos estos años hemos aprendido a seguir avanzando, al menos yo lo hice bastante bien. Es un año lleno de recuerdos y no digo que todos fueran bonitos, muchos bastante duros y otros bastante bellos. Pero aquí seguimos, otro año más. Que sin más se convertirá en nueva experiencia, nuevos retos, y nuevos problemas que afrontar, o no va la vida de todo esto..?. Me encanta esta caótica vida que nunca sé por donde va a salir, me agarro con fuerza para no caer, pero lo hago constantemente. Se producen cambios tan rápidamente que no consigo ni saber porque. Sin embargo sigo andando, sin parar y con una sonrisa de oreja a oreja, esperando lo que pueda pasar. Hasta nunca 2014, y bienvenido seas 2015, solo espero que las nuevas sorpresas sean de mi agrado, y si no lo son.. no pasa nada, aprendí que un gato tiene siete vidas o como cambia los colores un camaleón.