17 noviembre 2014

1,2,3

Los empiezos suelen ser torpes. Y las noches algo frías ahora que el invierno llegó.
En tu cabeza algunas veces aparecen las ganas de "peli y manta acurrucados en un sofá", sin embargo hace tiempo que dejaste de lado todo aquello. No dejo de pensar como cambian las cosas. Como pasa el tiempo. Que no hace tanto tiempo que te fumaste tu primer canuto, y ahora todo eso se acabó.
No hace tanto tiempo que tu casa se mantenía llena de vida. Ahora huele a cerrado y silencio.
Lo que aprendiste fue a base de caídas y palos que te dejaron ensangrentada en un escalón. Lo que sabes lo viviste en tus propias carnes. Creaste una armadura con tanta fuerza que a veces me pregunto como la volveré a quitar. Y es que nunca sé que va a pasar. Vivo en una constante improvisación.
En una montaña que sube y baja sin parar. A veces bien, y a veces mal. Mi cabeza perturbada y putrefacta estudia a ratos las cosas que no salieron bien. Los miedos que creé, y el porque de mi estado de ánimo tan histérico y feliz sin ningún motivo. Puede que algunos días escarbe en mi mente para recordar cosas pasadas que me hicieron sonreír. Ya no duele lo que antes lo hizo. No duelen los recuerdos, ni duele que te fallen personas que pensaste que no lo harían. He aprendido a volar, a volar tan alto que no podrás alcanzarme. Aunque quieras y lo intentes. Deje de ser un alma en pena, para ser un alma sin más. No importa la caída, si mis alas se largan te prometo que las volveré a crear. Volveré con otra armadura, más fuerte que la anterior, volveré con otras alas más grandes y de otro color. Los días no son tristes, los vivo con color. Es increíble, no me reconozco. No necesito humo ni dosis de alto-amor para estar aquí. He vuelto a encontrarme, mientras dormía en mi habitación. Estaba escondida y temblaba de miedo. Y de repente mi mente agarró mi mano, y algo me susurró :-No estas perdida, estoy aquí, contigo. Soy yo, he vuelto a ser yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario