26 noviembre 2012

ver, oír y callar

Había empezado a superarme, a tachar nùmeros en el calendario y sentirme orgullosa por ello, empezaba a dejar de soñar contigo, o al menos no los siete días de la semana, estaba dando pasos de gigante para tan poco tiempo, asimilando, aceptando. Sin pedir permiso apareces.

( "Es un suceso extraño, lo primero que pasa por tu mente es ¡HA VUELTO A LLAMAR!, luego empiezas a temblar pensando, ¿PARA QUE ME LLAMARÁ?, acto inmediato el nudo se te pone en la garganta y empiezas hablar como un niño pequeño de cinco años preguntando, ¿PORQUE LLAMAS?" )

Y te habla, te cuenta porque aparece, lo que esta haciendo, como le va, que quiere y te mira atentamente.

(él. "Sonríe despreocupado, yo diría que esta incluso más guapo, es como si nada le hubiese afectado, medio parado el tiempo, y medio aceptado.)

Espera la misma respuesta por tu parte, pero no superas el temblor, las ganas de llorar y ese comportamiento infantil de no querer decir casi nada.

(tú. "Quieres sonreír, pero no te sale, tienes peor aspecto despeinada y con cualquier cosa, incluso se nota que duermes menos, avanzas en el tiempo mucho más despacio ,queda mucho para aceptarlo.)


Después de ---------------------------el tiempo infinito de charla---------------------------te largas.

El suceso que se produce es el siguiente, miles de preguntas aparecen por tú cabeza, mientras el esta allí y cuando deja de estarlo, lo miraste de vez en cuando, recordabas, duele "todo ese tiempo infinito de charla".

Se fue, estás como antes pero con menos apetito. Hacíendote preguntas sin respuestas, queriendo dejar de pensar, porque el pecho se oprime, aprieta, y termina por agobiarte.

Ya lloraste, sentiste cosas extrañas, contradicciones, miedos, respiros, estar en el presente, recordar el pasado.Volver a pensar como antes, querer volver a llamar.

Necesitas no pensar, consigues distraer tu tarde, pero tu noche llega.

(* Fumas, fumas, fumas.)

No terminas por sacar ninguna conclusión, preguntas tu sola, no respondes, recuerdas algo que no gusto, empieza a dolerte, recuerdas algo que se quedo grabado en tu mente, quieres que vuelva a llamar, pero no quieres que llame.
famoso debate.

El orgullo es una de las partes de las respuestas a las preguntas. Pero sabiendo que no era movido por el orgullo, hay una pregunta que no deja de resonar en mi cabeza.

¿Porque no llamaste?, no, no, tú no.
hablo de mí, yo, ¿porque pararía? si nunca me rendía ¿porqué no llamaría? .


                        

No hay comentarios:

Publicar un comentario