20 mayo 2012

caos

Hacía un rato ya que habían comido. La sensación fue extraña, ella vio sus ojos preocupados y pregunto que le pasaba. No solían hablar mucho, o mejor dicho nada, pero en el fondo eran muy iguales.Ambos lo sabían, o almenos ella lo sabía. El conto con cuidado lo que le pasaba, procurando no decir nada que dañase a otros oídos que estaban puestos en la conversasión. Ella escucho, no solía hablar demasiado, pero se le daba muy bien escuchar. Cuando tuvo las palabras acertadas, intento que olvidase su miedo, que se quisiera de nuevo. El sabía de lo que hablaba. Nada más haber terminado de comer las ultimas patatas de aquella bolsa, recogio los platos y los llevo a la cocina. Así ambos sabían que la conversasión había terminado. Le dió un abrazo tímido y volvieron cada uno a su sitio.
Nunca se llevaron bien, pues veía el reflejo que no le gustaba. ahora su reflejo era distinto, y ella entendío que preferia el que le hacía alejarse, el que le mantenia distante, en el que ella se reflejaba aunque no le gustase. Este nuevo reflejo le dejaba ver la parte más debil que conocía sobre sí misma, y procuraba darle los consejos que ni ella misma seguía. Ya no había tanto odio acumulado para el.
El era tal y como ella venía siendo. Era su fuerza al igual que sus miedos. Era lo que nunca quiso ser, era lo que pretendía cambiar. Psicologicamente, el era su maestro.
Todo el caos que había fuera y dentro de uno mismo, todo el caos que tenía que recoger.. miles de paranoias y preguntas sin resolver. Miles de búsquedas, miles de caminos, miles de respuestas.
Bipolaridad, distintas caras, un norte y un sur de todo esto. Miedo, profundo miedo a fracasar.
Intentos, esfuerzos, recompensas.
El no lo sabe. El no sabe todo el caos que produce. Ella sabe todo el caos que queda por ordenar.
Lamentablemente sabe que no se produce en dos días.
Paciencia, tiempo.


 Coconute         

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