23 mayo 2016

Ahora estaba perdida y entre los recuerdos y la suciedad de mi habitación vislumbraba por segundos un poco de luz en la oscuridad. A ratos recaía en tu compañía y a ratos pronunciaba mi nombre advirtiéndome que no estaba sola y que alguien me acompañaba en el camino, alguien que nunca había aceptado, ese alguien que era yo.

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